Seguramente, como en muchos casos, la normatividad europea será un punto de partida para establecer restricciones en nuestro país; si bien no podemos calcar esas restricciones por las condiciones tecnológicas y de infraestructura de la industria colombiana, será un punto de apoyo.
Es así como hace unos días el Parlamento Europeo aprobó el Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases, el cual debe ser de obligatorio cumplimiento por parte de los estados miembros una vez el Consejo de la UE le de el visto bueno.
Este reglamento abarca restricciones con algunas extensiones de plazo del Real Decreto 1055/2022 de Envases y Residuos de Envase hasta 2040.
La principal preocupación de la que parte este reglamento son los impactos ambientales que dan lugar de los residuos de envases. Establece una serie de obligaciones que supondrán un gran reto para las empresas que diseñan, producen y trabajan con envases.
Los principales puntos de esta normativa que afecta la industria del packaging son la reducción, reutilización, reciclabilidad y la compostabilidad
1. Reducción
Para el 2030, se debe demostrar que en realidad se esté usando la cantidad mínima de envase; es decir, la cantidad mínima de envase para que cumpla su función. Para este año, no se comercializarán envases con doble fondo, paredes falsas y más características que sean innecesarias. Además, los estados miembros deberán reducir los envases generados per cápita. En este sentido, cada estado miembro podrá establecer unos objetivos que se ajusten a su realidad.
2. Reutilización
El diseño debe asegurar que el envase pueda ser usado o rellenado varias veces, aumentando lo más posible el número de rotaciones. El reglamento es claro en cuanto bebidas alcohólicas y no alcohólicas. Además, envases terciarios y componentes de embalaje. Claramente este tipo de medidas afectará en gran proporción a la logística y transporte de productos a nivel mundial, quien también tendrá que adaptarse lo antes posible.
3. Reciclabilidad
Para 2030 todo tendrá que ser reciclable por diseño y en 2035 reciclable a gran escala. ¿Y qué es reciclable por diseño? Básicamente es que el diseño del envase y sus componentes garanticen su reciclabilidad con procesos de recogida, clasificación y reciclado comprobados en un entorno operativo.
Para poder evaluarlo habrá unas guías que se publicarán en 2028. 10 años después, todo lo que esté por debajo del 80% no se podrá comercializar. Los envases minoritarios también estarán excluidos.
Envases de PET sensibles al contacto: 30% mínimo en 2030 y 50% mínimo en 2040.
Envases diferentes al PET, también de contacto: 10% en 2030 y 25% en 2040
Botellas de plástico de bebidas de un solo uso: 30% en 2030 y 65% en 2040
Envases de plástico diferentes: 35% en 2030 y 65% en 2040
También hay excepciones: envase primario y embalaje exterior de medicamentos, plástico compostable, mercancías peligrosas, envase de mercancías peligrosa, alimentación infantil y materia prima.
4. Compostabilidad
Hay algunas obligaciones respecto a envases que deben ser compostables de aquí a tres años, algunas de ellas son: bolsas de té, cápsulas de café de filtro desechada, etiquetas adheridas a frutas y hortalizas y bolsas de plásticos muy ligeras.
Ahora bien, qué hay de nuestro país. Si bien Colombia ha adelantado diferentes restricciones, siendo la más reciente (y algo mediática) de la ley que prohíbe plásticos de un solo uso. La cual afecta directamente no solo a la industria, sino que también al consumidor final. Además, para el 2030 habrá otros productos que estarán restringidos para su uso.
El principal desafío al que se enfrenta nuestro país en materia de residuos es el reciclaje. Se calcula que en Colombia se generan más de 700.000 toneladas de envases y empaques plásticos al año y solo el 30% se reutilizan, lo que pone de manifiesto la necesidad de soluciones efectivas.
Además, la falta de concientización por parte de la ciudadanía acerca de temas básicos para reciclar como la separación de residuos no permite que se avance en gran media. Del mismo modo, la falta de infraestructura y de tecnologías para el reciclaje, las cuales van teniendo variaciones entre países, ralentiza el cumplimiento de objetivos en esta práctica.
En resumen, se espera que en los próximos años se pase por cambios drásticos tanto para la industria del packaging como para el consumidor final. Adoptar medidas de otros países a la realidad del nuestro puede contribuir al cumplimiento de objetivos ambientales. El aporte de la ciudadanía será muy importante, su educación respecto a temas como el reciclaje será un gran aliciente y, finalmente, que el estado fomente la implementación de tecnología e infraestructura que contribuya a las prácticas en pro del medio ambiente (reciclaje) debe ser una política de país y no del gobierno de turno.
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